miércoles, 5 de octubre de 2016

He dejado de trabajar y me quedo en casa, por que me lo puedo permitir???

La verdad es que lleva tiempo dando vueltas en mi estómago una desagradable sensación.
Llevo meses justificando que no he vuelto a trabajar y que mi hijo no va a una guardería.

Las miradas y los comentarios son variopintos y de haberlo pensado antes... debería haber llevado un cuaderno de bitácora al respecto!

Pero creo que lo peor son las voces escondidas, las sobremesas a tu espalda, los dimes y diretes.  Sabes que eres juzgada, sabes sin que te lo digan, lo que realmente piensan de ti, a pesar de ello a mi me importa un comino.

De todas las habladurías que puedo generar quizás la que más me molesta es la de...claro!se queda en casa porque se lo puede permitir.
La versión en la que se me describe como madre floja por no querer trabajar no me molesta,  incluso me río al pensarlo en voz baja, pero... que significa que me lo puedo permitir??

Aunque vivimos en Holanda somos barberos. El sueldo es normal.  No recibimos ayudas de ningún tipo y mi sueldo hace más de un año que es prácticamente inexistente. Gracias a colaboraciones y cursos de vez en cuando conseguimos un extra! pero vaya... que no da para grandes festivales.

Quedarse al cuidado de un hijo es una decisión personal e intrasferible, que proporciona otra mirada a este mundo y te obliga a replantearte muchas de las verdades que existen.

Quedarse al cuidado de un hijo es posible pero requiere de reorganización y de tener ciertas cosas claras.

Uno más viene a la familia, que ya es un gasto extra, un sueldo menos entrará  en casa así que..a hacer números.

Recuerdo que cuando me quedé  embarazada enseguida queríamos cambiar de casa,de coche, comprar un montón de cosas...pero... era necesario?

Si hacíamos todos esos movimientos, los gastos mensuales aumentarían siendo imposible prescindir de un empleo.

Así que reorganizamos nuestro pequeño hogar,empezamos a ahorrar dinero y el coche de nuestros sueños se quedó en un humilde coche de segunda mano que esperamos nos acompañe en muchas aventuras más.

El sueldo da justo. No tenemos grandes lujos pero nuestra vida nos enriquece de otras maneras.

Agradezco una y otra vez que hayamos sido capaces de encontrar la forma de encajar los engranajes de esta maquinaria que nos ha permitido llegar a los 15 meses de lactancia, de colecho y de esta crianza que nos está  enseñando otras formas de entender la vida y la paternidad.

Respetamos a todas las personas de igual manera que nos gusta ser respetados

El problema surge al creer que quedarse en casa a cuidar de un niño ocurre porque te lo puedes permitir, como insinuando que o tienes un marido millonetis o no se puede, si tienes ese pensamiento es que no has aprendido nada de las generaciones de nuestros padres y abuelos.

Si no puedes tenerlo todo, debes priorizar y organizarte. Quiero dejar claro que partimos de la base que de verdad queremos quedarnos en casa a cuidar de los niños, de lo contrario hacer esfuerzos para que ocurra es absurdo y debatir conmigo al respecto más, si una mujer no quiere renunciar a otras cosas por su hijo es tan respetable como cuando un hombre así lo hace, así que esto va solo para aquellos que tengan dudas sobre cómo se puede quedar uno de los padres en casa y no morir en el intento.

Recordaré siempre las historias de mis abuelos durante la guerra o de cuando emigraron a Venezuela y comprarse unos zapatos era uno de esos lujos que se debían celebrar, poder saborear chocolate o galletas era una autentica fiesta para mi madre cuando era niña y hoy por ejemplo son alimentos que forman parte,por desgracía, de la alimentación diaria infantil.
Como han cambiado las cosas. ..

Me enseñaron a valorar los esfuerzos para conseguir lo material pero que lo importante en esta vida son la salud y el amor y estos son impagables. Sus historias acerca de cómo mis padres, para comprarme fórmula, se pasaban una semana sin casi comer...o caminando por toda Barcelona porque no había dinero para ir en transporte público me han marcado de por vida.  Ellos partieron de nada y lo fueron luchando todo.

En líneas generales nos emancipamos con el kit completo,o lo intentamos y no imaginamos un futuro con niños a los que no podamos darles de todo y no perder nada en el proceso. Pero en realidad los niños necesitan de muy poco, alimento, amor, cobijo...todo lo demás son necesidades inventadas. Todos sabemos que los niños pequeños se lo pasan mejor con el envoltorio de Sophie, la superjirafa carisísima, que con el propio objeto de goma.

Yo no puedo tenerlo todo. Es imposible. Por lo tanto tengo que renunciar a cosas y no me duele, ni lo hago como sacrificio, ni me siento frustrada.

Hablando con un amigo que ha entrado recientemente en los veintes, me di cuenta de que el problema cuando hablamos de maternidad,de conciliación,etc. ... es que nadie quiere renunciar a nada.

Queremos tener el paquete completo.

Vivimos en una sociedad que nos dice que no tenemos límites,  que si no viajamos a destinos exóticos no sabemos lo que es la vida, que tenemos que ser perfectos amigos, amantes, maridos y mujeres, que tenemos que vivir una vida perfecta, no podemos renunciar a nuestros sueños,hay que vivir al máximo,  hay que ser madre y una trabajadora exitosa o empresaria excepcional pero además tenemos que ser mujeres más allá de ser madres ya que ser solo madre parece que ahora... pues no está muy bien visto.

Quizás las carencias de nuestras abuelas y madres, sus "no seas tonta y ya tendrás tiempo de tener hijos o el no hagas como yo... están más interiorizados de lo que nos pensamos.

Y aquí estamos.

Una nueva generación de padres y madres a caballo entre los antiguos parámetros de lo que se esperaba de nosotros, las confusas nuevas tendencias que todas son la mejor opción y pobre de tu niño si escoges la contraria a la que yo opino, intentando salir adelante.

La conciliación laboral y familiar es esa utopía que debe permitirnos llevar nuestra vida laboral y familiar como queramos en el momento que deseemos.  Es decir, conciliación debería significar libertad.

Pero cómo podemos luchar por la libertad si aun somos prisioneros de los pensamientos inculcados?. Cómo podemos pedir libertad si no respetamos a nuestros familiares y amigos en sus decisiones más personales?

Yo me siento muy afortunada, mucho, porque en todo momento estoy cabalgando este desierto con muy buena compañía y ejerciendo al máximo esa libertad que le deseo a todo aquel que esté  leyendo mis palabras.

Puedo permitirme quedarme en casa porque he renunciado a mi libertad económica y a mi poder adquisitivo, porque como familia hemos decidido renunciar a un piso más grande y cómodo y a ciertos lujos, porque tengo un marido que es consciente de su paternidad y de lo que eso significa.

El peque crece, pronto las tornas irán cambiando un poco porque mi teta ya no es necesaria 24 horas al día.  Él, mi compañero e indispensable parte de esta maternidad que estoy viviendo, reducirá un día su jornada laboral y yo ese día volveré a mi sillón barbero que tanto echo de menos. Y cada año y cada época será diferente y exigirá que nos adaptemos a las circunstancias y a la realidad.

Seguramente no podremos ir a Tailandia con brazalete todo incluido,pero perderse por ese país con una mochila es de las mejores experiencias que tuve en mi vida y que no cambiaría por hoteles de lujo con todo incluido... se hubieran cargado todo lo que ese viaje me aportó.

Quizás la comodidad es el problema, realmente el crecimiento personal se encuentra en la incomodidad y deberíamos salir a buscarla de vez en cuando para redescubrir la belleza y las bondades de aquello que nos rodea. No crees?


La próxima vez que juzguemos a alguien por sus decisiones, por como crían a sus hijos o como llevan su paternidad o maternidad deberíamos recordar a Hobbes y dejar de ser Lobos para el Hombre....

Aquí me despido hoy, deseando una sociedad más consciente y respetuosa.

A seguir creando y compartiendo!



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