viernes, 20 de noviembre de 2015

Lactancia y la extracción poderosa.

Durante mi embarazo leí y releí toda la información que internet tuvo a mi disposición.  Escuché atentamente las charlas sobre lactancia y enseguida aprendí la importancia del calostro, los errores más habituales durante los primeros meses, las crisis de crecimiento, el agarre, las grietas...

Una interminable lista que demostraba que a pesar de ser un acto muy natural nuestra sociedad había interrumpido la cadena de transmisión y apoyo a la lactancia por lo que a mi generación no le quedan muchas alternativas a la hora de enfrentarse al rotundo compromiso que significa la lactancia materna exclusiva.

En mi caso acudir a un grupo de lactancia era complicado pues mi holandés es apenas existente.
Así que los altibajos los superé gracias a todas las madres desinteresadas que comparten sus íntimas historias y al blog y foro de Alba Lactancia.

Pero hoy no quiero contaros la historia de nuestra lactancia. Aiden y yo estamos a punto de llegar a los 5 meses de exclusiva leche materna, aunque debo reconocer que un par de días con suplemento artificial no los pude evitar y nos ayudaron a coger impulso en esta carrera contra reloj que son los primeros días.

Hoy quiero contar mí experiencia con la técnica de la extracción poderosa y de como en 2 ocasiones en estos 5 meses la he podido llevar a cabo disfrutando de sus extraordinarios resultados.

En que consiste?
En la extracción manual o mediante sacaleches, en mi caso el Medela Swing, periódica que aumenta la producción de leche materna.
5 minutos de extracción en cada pecho, 10 en total, cada hora durante 48 horas descansando un máximo de 4/6 horas nocturnas. Así lo hice yo.

La primera ocasión fue recién nacido mi peque.
Unas grietas terribles y unos días en los que no conseguía un buen agarre del bebe dieron como resultado una bajada muy rápida de peso y la aparición de décimas de fiebre por lo que la suplementario fue necesaria.  La extracción era tan pobre que tuvimos que usar leche artificial hasta que leí acerca de la extracción poderosa y tras 48 horas los suplementos fueron exclusivamente de mi propia reserva.

La Kraamzorg, una enfermera que se encarga de los cuidados en casa de la madre y el bebé recién nacidos (holanda tiene cosas excelentes!), estaba completamente anonadada debido a la rápida recuperación de peso y mi producción de leche. Pronto pudimos parar la suplementación y seguimos la lactancia sin problemas hasta hace una semana y media.

En la vacunación y la revisión  de los 4 meses ocurrió una escena que ya había leído en muchas ocasiones y para la que me sentía más que preparada.
El peso no ha aumentado todo lo que la gráfica esperaba del niño y automáticamente la culpable era la calidad de mi leche, nadie hizo aun ninguna prueba para confirmar este hecho. Se me recomendó la suplementación con leche artificial y la inclusión de verduras y frutas a su dieta.
Salí de allí enfadada, frustrada por no saber explicarme mejor.

Habíamos pasado por la crisis de los 3 meses y entendí que era normal que el peso hubiera aumentado "solo " 500 gramos en un mes y que "solo " hubiera crecido 2 cm.

Pero al llegar a casa se me ocurrió recurrir de nuevo a la extracción poderosa por dos razones. Asegurarme de que mi producción de leche se regularice, tras la crisis es posible que hubiera un descenso en la producción y la segunda razón: documentar el proceso para mostrárselo a la doctora en el próximo control.
Creo urgente y necesario que las personas en contacto con mujeres comprometidas con su lactancia exclusiva se formen correctamente para ello.

Si alguien duda de la calidad o cantidad de producción que haga pruebas médicas.
No creo que ningún doctor recomiende la inyección de insulina si duda del correcto funcionamiento del páncreas.  Primero se realizan pruebas, se diagnostica el problema y se procede en el tratamiento.

No soy una experta, solo sé que la extracción poderosa me ayudó en dos momentos cruciales.

Veremos como se toma la doctora los datos que demuestran como en menos de 24 horas mi extracción paso de 30 ml a 100ml.
Veremos como se toma mi indignación por los consejos que me hubieran encaminado a un probable destete anticipado y no deseado.
Veremos si esto sirve para que al menos mi doctora, la próxima vez que se encuentre con un caso parecido, sepa que se puede aconsejar algo más que un biberón extra..frutas y verduras.

Que fácil es mermar la seguridad que una mujer tiene en su capacidad de producir todo lo que su bebé necesita y que necesaria ea una intervención global en este tema.

Desde esta "mi" ventanita seguiré compartiendo experiencias y reflexiones con la esperanza de seguir aportando mi granito de arena.



jueves, 5 de noviembre de 2015

Quiero ser una mamá normal

Todo lo que quiero es ser una mamá normal, pero para eso hay que aprender muchas cosas porque lo "normal" industrializado ha llevado las prácticas más naturales a la categoría de excéntricas o desnaturalizadas.
No hay madres peores ni mejores, familias modelo o padres invencibles. Somos seres humanos haciendo lo que podemos de la mejor manera que sabemos hacerlo.
Pero si hay algo en lo que me gustaría contribuir es en el cambio de la percepción de lo que es normal vs lo que era normal porque la revolución industrial lo cambió todo.
Sólo llevo 4 meses siendo mamá, aunque llevo muchos años leyendo y estudiando sobre la maternidad porque mi necesidad de control me obliga a ello, cuando llega la hora de la verdad te sientes igual de pérdida y desbordada..pero ese es otro tema.
En estos 4 meses el conflicto entre lo que haces y lo que otras personas opinan sobre lo que haces ya es más que palpable pero mi respuesta es siempre la misma; yo solo quiero ser una madre normal.
Porque lo normal es dar el pecho a tu hijo al menos 2 años siendo 6 meses exclusivos para luego comenzar con una adaptación a la alimentación adulta, asegurando todos los nutrientes y defensas necesarios gracias a la leche materna.
Opciones personales y problemas a parte, si el sistema sanitario y la sociedad estuvieran mejor preparadas esto que acabo de escribir no sería motivo alguno de conversación.
Chirría en muchas de las mentes que me rodean porque lo normal era que el biberón y el chupete colmasen todas las necesidades del bebé.
La industrialización necesitó de mano obrera femenina e infantil, para ello la leche de fórmula y los chupetes hicieron posible que las madres pudieran ausentarse durante las largas jornadas laborales mientras sus hijos crecían fuertes y sanos.
Con los años, los cambios sociales eliminaron la mano de obra infantil pero poco se hizo en la mejora de las madres trabajadoras.
Hoy tenemos países en los que se pueden disfrutar de largas bajas maternales y paternales para que más mujeres y hombres puedan disfrutar de su nuevo rol con normalidad.
Para mí, ellos marcan el camino que los demás deberíamos seguir.
Cuando me dicen que mi hijo me usa de chupete siempre me surge ese sentimiento de confusión ya que el chupete fue el que se inventó para que el bebé lo usase como si fuera la madre, pero tantos años de uso normalizó lo que era antinatural.
El tiempo de succión plástica es tiempo que ese bebe necesita en contacto con su madre, por ello quiero poder ofrecerle el pecho tantas veces como necesitemos con naturalidad y normalidad.
"Pero es que eres esclava de tu hijo"
Noooooo
Solo soy una mujer que quiere ser una madre normal y una madre normal utilizará todo su conocimiento y sus posibilidades para satisfacer a su hijo. Sea cual sea tu posicionamiento hacia temas como este, vas a estar siempre pendiente y responderás siempre a las necesidades de tu hijo. Unas se agacharan 100 veces a recoger y limpiar el chupete del suelo y otras los pondremos a la teta. No entiendo porque pelear.
No entiendo tampoco las palabras sacrificio o esclavitud en cuanto a maternidad se refiere. Entiendo la palabra responsabilidad. Entiendo que las prioridades cambian y que toda tu vida se revoluciona con la llegada de un hijo pero no creo que sacrificio sea la palabra en la que base toda esta experiencia. Hay renuncias pero también hay ganancias inesperadas. Sacrificio suena a algo que echaré en cara en un futuro y prefiero vivir estos años con un enfoque diferente.
Sólo quiero ser una mamá normal.
Cuando dormimos los 3 juntos no busco una revolución social, no intento criar a un nuevo mesías. Sólo disfruto de esta nueva etapa y de tenerle bien cerquita siempre. Es menos agotador responder a sus necesidades de esta manera pero simplemente hacemos lo que muchas otras culturas encuentran normal y lo que durante muchos años era normal también en la nuestra.
Sólo quiero ser una mamá normal y es que a veces uso carrito pero la mayor parte del tiempo mi pequeño Alien camina conmigo en su fular.
No soy una hippie o una "loca de los fulares",aún solo tengo 2, aunque bien podría parecer de alguna secta cuando se me llena la boca de buenas palabras acerca del porteo.
Es más que normal y beneficioso portar a tu bebé al menos los primeros nueve meses, el llamado 2o embarazo. Ese período que hubiera pasado en nuestro vientre si no fuera biológicamente imposible para nuestra especie.
No quiero convencer a nadie de que mis decisiones son mejores que otras, tampoco quiero que traten de convencerme de que mis elecciones darán como resultado un ser dependiente y falto de autonomía.
Sólo quiero ser una madre normal y lo normal es lo que tu haces cada día.
Internet te da la oportunidad de informarte bien al respecto, tu tienes el poder de decisión lo único que me molesta es que se sigan perpetuando mitos y leyendas que se encargan de llenar de culpa tu mochila de maternidad.
Así que sí, soy una madre normal haciendo cosas normales, estoy segura de que hagas lo que hagas tu también eres normal. Por lo que dejemos de saltar a la defensiva y simplemente utilicemos esa energía luchadora para conseguir mejoras sociales que nos permitan a todas ser "una mamá normal".
Hoy os dejo un enlace en vez de una foto para ayudar a canalizar toda esa fuerza de la que hablaba antes.
Un abrazo a todas esas mamás que lo que quieren es lo mejor para sus hijos, eso es lo único normal.
En que trabajo cuando no trabajo?



viernes, 21 de agosto de 2015

Mi cesarea respetada

Quizás estás leyendo esto porque pronto se acerca tu parto, así que para ti es este relato.
"Prepárate para no estar preparada y deja que todo fluya para evitar ser tu misma la peor de las complicaciones."
Si hubiera leido estas palabras quizás mi experiencia la hubiera llevado mejor pero como siempre quiero quedarme con la mejor parte de la historia! y la otra parte,por si te apetece aqui



Ser madre no fue siempre mi sueño, tardé muchos años en conectar con esa parte maternal que dicen toda mujer lleva dentro. Pero lo cierto es que el día que ese instinto me invadió, penetró hasta el tuétano de mis huesos.  Tuve alguna que otra crisis al respecto pues mi cerebro dominó siempre la situación evitando un mal momento para lanzarme de pleno a la maternidad pero era una nueva etapa vital que quería alcanzar y que me hubiera dolido renunciar a ella si fuera necesario.

El día que "mi pequeño Alien" llegó viví una experiencia muy dura pero fue tan mágico que tengo miedo de olvidar todo aquello que sentí.

No quiero olvidar las primeras horas de las contracciones que anunciaban su llegada, bailaba por la casa y cantaba para aliviar el dolor.
No quiero olvidar la tranquilidad de vivir la dilatación en casa, con mi música, mi marido y en completa libertad.
No quiero olvidar a las matronas que tan pacientemente se portaron conmigo y tanto apoyo me brindaron cuando el parto se empezó a torcer.
No olvidaré el dolor.
No quiero olvidar al anestesista que acarició mi rostro durante la intervencion y me regalaba palabras tan dulces que hicieron cálido el frio quirofano.
No olvidaré el minuto de angustia en el que el silencio se apoderó de todos los presentes.
No olvidaré la alegría de saber que Él estaba bien.
La primera frase que dije al nacer fue "Ivan, no dejes de tocarlo, no lo dejes solo"
La primera vez que lo vi, las lágrimas me nublaban la visión, pero estaba en esa caja de plástico transparente, lo sacaron antes de llevárselo y lo pegaron a mi rostro unos minutos y pude besarle y tocarlo. No tuve mi hora sagrada pero la salud del pequeño era más importante.
Desde ese momento no pude dejar de sonreír, di tu que las drogas ayudan también.
No quiero olvidar como mi cuerpo temblaba ferozmente tras la intervención y no paró hasta que mi pequeño fue puesto en mi pecho.
No podré olvidar sus ojos cuando me miraron y su tacto cuando se enganchó a la teta por primera vez.
Se que no olvidaré el amor que me invadió cuando me llevaron a la habitación  y pude ver a Aiden en el pecho de Ivan, un padre completamente enamorado de su hijo.

Tuve la grandiosa suerte de vivir una cesárea respetada, tuve la mayor de las suertes de haber sido elegida por mi hijo para ser su madre. Tengo a un compañero de aventuras fabuloso del que me reenamoro cada noche al ver la paciencia y el amor infinito que desprende.

A pesar de las dificultades, a pesar de las frustraciones, volvería a repetir todo el proceso sin dudarlo ya que este pedacito de cielo en la tierra...lo vale.

Sea cual sea la experiencia de parto que te está esperando...te deseo el mejor de los finales; te deseo una larga y saludable vida para ti y para el bebé y que esta sea, simplemente, la primera de las cientos de aventuras que disfrutaréis juntos.






martes, 18 de agosto de 2015

De como un parto natural se desmorona cual castillo de naipes.

Vivir en Holanda me ha permitido disfrutar de un embarazo tranquilo y sin miedo a un parto violento.
He pasado 40 semanas imaginando como sería el gran día.  He visualizado la habitación que conocimos en la visita guiada del hospital, el traslado y la acomodación, la música, cada detalle de ese momento.  
Me he visualizado soportando ese dolor estoicamente como esas mujeres que se ven en los videos de partos respetados.
Todo esfuerzo mental era poco con tal de prepararme psicologicamente para afrontar el parto con otra mentalidad, alejada del parto con dolor e instrumentalizado al que nos tienen acostumbrados desde hace décadas.  
Llevo años preparándome, concienciandome.
He leído todo lo que ha caído en mis manos con respecto al parto, sus etapas, y he querido profundizar en la materia desde esa visión alternativa que te ofrecen los blogs que versan sobre crianza natural y parto respetado.
Hoy, siete semanas después del parto, con mi hijo al pecho y mis sentimientos y pensamientos más asentados, quiero ejercer mi derecho a pataleta.

Quizás por el tono reivindicativo que se entrelaza en las palabras de estos textos anteriormente citados, quizás por su seguridad o por la autoridad con la que han sido escritos, hoy más que nunca me siento defraudada. 
No por mucha certeza que se tenga en lo que se predica finalmente se tiene la razón absoluta, y esa cantidad de información y esa seguridad solo me sirvieron para vivir con frustración, miedo y tristeza mi parto y mis primeras semanas de maternidad.

No quiero hacer apología de la desinformación, del parto medicalizado ni de los viejos hábitos, pero no dejo de preguntarme como estaría hoy a nivel emocional si no hubieses recibido afirmaciones como las de...que no te rompan la bolsa...no dejes que aceleren tu parto...la epidural afecta en el vínculo entre el bebé y su madre(demonizando el uso de este farmaco)... lecturas acerca de las mil contraindicaciones de la cesarea...los efectos de la falta de la hora sagrada...

Me gustaría que aquellas personas que tienen voz en la Red hagan el ejercicio de releer su contenido desde los ojos de una mujer que sufre complicaciones y ve como punto por punto, ese maravilloso decálogo del buen parto, se desmorona cual castillo de naipes.

Y con esto no digo que no haya un trabajo de divulgación fantástico en cuanto a que un parto que se desarrolla normalmente puede ser una experiencia fantástica y no dudo que por sistema no se deberían realizar dichas prácticas. 

Pero si quiero dejar aquí mi testimonio ya que la presión autoinflingida me hizo recapacitar sobre el como se está llevando a cabo esa tarea y la importancia de revisar esos textos y las formas de comunicar ese contenido.

Mi sugerencia es que escriban teniendo en cuenta que las mujeres que se informan y caen en estas páginas tienen un futuro parto desconocido. Que escriban pensando en la fuerza psicológica del tema que tratan porque ninguna mujer quiere estropear el vínculo con su hijo, ni que su bebé sufra daños psicológicos o neurológicos irreparables y que esas afirmaciones que relatan se convierten en culpa posterior cuando no se han conseguido tales metas.

Tengan delicadeza en la tarea de divulgar cierta información tan sensible que afecta a mujeres en algunos de los procesos vitales más importantes. 
Y aquí les dejo mi historia y entenderán entonces el porque de mi pataleta.

Mis contracciones comenzaron a las 5 de la mañana de un lunes, mi felicidad fue extrema ya que llevábamos una semana extra y valorabamos la posibilidad de una inducción en el caso de que hubiera cualquier contraindicación para esperar a que el bebé iníciase el parto de manera natural.
Saber que mi pequeño estaba de camino me llenó de alegría. 
A las 12 las contracciones indicaban que el momento se acercaba así que llamamos a la matrona.
Aquí en holanda ninguna mujer corre al hospital, llegado el momento tienes que llamar a tu "verloskunde" que comprobará si estás en trabajo de parto o todavía no y llamará al hospital para que te reciban en el momento adecuado.
Llegó, comprobó que el ritmo de contracciones era el adecuado pero tan sólo había dilatado 2 centímetros.  Volvió 3 horas más tarde y el ritmo era el mismo pero la dilatación se había estancado por lo que me explicó que posiblemente era un falso parto. 
Hacia las 18 de la tarde los dolores se volvieron insoportables y no había descanso entre contracciones, la matrona volvió y cuando comprobó que la dilatación seguía estancado sugirió romper la bolsa para ayudar al proceso. (Primera caída de naipes) Yo no quería,  puesto que había leído una y otra vez lo desaconsejable  de este acto pero sugirieron que podría haber algún problema y di mi consentimiento.
Si llego a seguir los consejos de dichos textos no hubiéramos descubierto que las aguas contenían meconio.

Acudimos de urgencias al hospital, adiós a mi sueño de un parto sin intervención médica, mi matrona me deseó la mejor de las suertes y nos despedimos. 

En el hospital empezó mi pesadilla psicológica, no fui capaz de relajarme porque sabía lo que me harían a continuación y no quería que entorpeciesen el parto. 
Había leído tantas veces que confiase en mi cuerpo que no podía desactivar la lucha en mi interior. 
El dolor era tan intenso y profundo que finalmente me rendí a la idea de que era un parto con complicaciones y debía dejar a los médicos realizar su trabajo.
Lucha psicológica que no hubiera tenido de no haber leído tanta información demonizando lo que en las próximas horas estaba a punto de vivir y configurarán el nacimiento de mi hijo.
Primero la oxitocina, luego la epidural, era casi la una de la madrugada y yo seguía con tan sólo 5 cm de dilatación y mi cabeza no paraba de culpar al equipo médico por interrumpir el proceso natural y de culparme por haberlo permitido.

Finalmente la ginecóloga me explicó que debido a que el bebé depósito meconio en el líquido amniótico, las horas de stress que llevábamos a cuestas y que con cada contracción el latido de su corazón baja, era necesaria la realización de un parto por cesarea.

En todo momento me acompañaron en mi tristeza pues entienden que no era mi deseo tener este parto y el equipo se portó de 10 conmigo y con mi marido.

Nos llevaron a quirófano, tomaron nuestro móvil para fotografiar la operación y me animaron con dulces gestos y palabras todo el rato.
Fue uno de los momentos más bonitos maravillosos de mi vida. Otro naipe que se desmoronó. 
Mi hijo no respiró al nacer pero le ayudaron un poquito, mi marido pudo sujetar su manita desde el principio y antes de irse del quirófano me permitieron sentir su mejilla y darle un beso bañada en lágrimas de felicidad.

Terminaron la cesarea con éxito, y siguieron acompañandome con cariño en los minutos siguientes. Cuando todo hubo terminado me llevaron a la habitación donde mi hijo estaba en observación y mi sorpresa mayúscula fue cuando vi a mi marido sosteniendo en el pecho a nuestro pequeño. Pudo sostenerlo todo el tiempo mientras terminaban conmigo así que llegué y en cuanto me lo pusieron en el pecho todo el dolor y los temblores,debido al proceso y la tensión,desparecieron.
Estábamos vivos, sanos y juntos.
Perdí mi hora sagrada, tuve problemas para establecer la lactancia, me practicaron una cesárea, pusieron oxitocina y la epidural en mi organismo, rompieron la bolsa...pero lo que realmente importa es que tengo toda una vida y salud para compensar cualesquiera que sean los efectos que todo esto conlleve. 
Pero he tardado siete semanas en escribir al respecto, he tardado siete semanas en gestionar mis emociones.
He llorado y aun a veces lloro por lo mal que me siento sobre las consecuencias de este nacimiento en el futuro. 
Me hubiera gustado leer palabras alentadoras que quitasen el peso de la culpa de un parto como este. Palabras dulces como las recibidas por el equipo en la sala de operaciones.
Palabras que no me hubiesen torturado en cada decisión que tomamos durante el parto.
Dicen que la ignorancia es la felicidad y siento que hubiera sido muy feliz de haber ignorado tal información.  Pero se que esa no es la solución, es necesario un cambio en el enfoque de la maternidad y eso no lo pongo en duda por ello pido simplemente que la próxima vez que demonicen una cesárea recuerden que hay mujeres que sobreviven gracias a ella. Cuando sienta la tentación de explicar las nefastas consecuencias del uso de la epidural recuerde a sus lectoras también que en el caso de ser necesaria, que no se angustien,  es mucho mejor tener a su hijo sano entre sus brazos que a negarse a su uso y aumentar el riesgo de salud fetal.
Mi próxima entrada tendrá un tono muy similar pero en este caso sobre la lactancia, y es que hay personas que no son conscientes del poder de las palabras y si algo estoy aprendiendo en mi maternidad es que no es oro todo lo que reluce y estos textos sobre esta temática no están preparados para abarcar las millones de casuísticas a las que pueden afectar.
Sin más... una aprendiz de madre se despide hasta el próximo post.





sábado, 13 de junio de 2015

38 semanas de embarazo en Holanda

38 semanas de embarazo en Holanda.

Se dice pronto, pero es que a mí me ha volado el tiempo tan rápidamente como a tí te ha llevado leer el titular del post.

En estas semanas poco puedo destacar, he tenido la suerte de tener un embarazo sin demasiadas complicaciones que me ha permitido trabajar hasta 6 semanas antes de la fecha de parto por lo que no he tenido mucho tiempo para mis hornillos, manualidades y dibujos.

Holanda es un país un poco contradictorio, por una parte se adora a la mujer en su etapa como embarazada, se la felicita allí por donde va ( incluso desconocidos), sonrisas, regalos y flores... todo son mimos para la embarazada.
Pero sin embargo, la baja de maternidad es ridícula y espero en vías de cambio, ya que las 16 semanas comienzan (obligatoriamente) como muy tarde 4 semanas antes de la fecha probable de parto.

No me preguntéis el por que ya que aún no he obtenido respuesta. Al igual que los 3 ridículos días de los que disfruta el padre, así que si pensabas que España tenía la peor baja de maternidad y de paternidad de Europa, el País del queso y los tulipanes gana! pero esta vez para peor...

Si estás leyendo esto y estás embarazada en Holanda, lo bueno es que hay otras muchas cosas que celebrar.

En el último post explicaba como fueron las primeras ecografías y revisiones.

Ya solo me queda una revisión más, como mucho 3 que son las semanas que podrían quedar en el caso de que se retrase mucho. Aunque yo tengo la sensación de que vendrá para su fecha, nunca se sabe!

Así que considero que ya puedo hacer un análisis y dejar mi conclusión sobre este periodo del embarazo.

Lo cierto es que como consideran el embarazo como un proceso fisiológico natural no te someterán a ninguna prueba o test que no sea necesario, es decir, aquí no te hacen la prueba de la glucosa, ni tactos vaginales, ni nada que no sea medir la presión sanguínea, tu peso y escuchar el latido del corazón cada dos semanas.

Las ecografías de las 20 y 32 semanas son las únicas oportunidades de ver a tu bebé posteriores a la confirmación de que el embarazo va viento en popa.

Si tienes un buen seguro de salud quizás entre alguna cosilla más, dependiendo del centro de las matronas puede variar también algún protocolo. Pero básicamente, si tu embarazo va bien, si tu no muestras síntomas de lo contrario, la sensación de seguridad que tienes es alucinante. No te sientes enferma, te sientes una embarazada sana y capaz de llevar un embarazo estupendo.

Así que personalmente, yo he disfrutado mucho de este "no control" sobre mi embarazo, mi peso...
Pero entiendo que otra mujer se pueda volver loca con tan pocas pruebas.

Si tuve ciertos problemillas como bronquitis, bajadas de hierro y 2 infecciones de riñón, pero este tipo de problemas los soluciona tu médico de cabecera y mi recomendación es que no vayas a la matrona comentando síntomas, ya que ellas siempre dirán que es normal, ya que estás embarazada.
El médico de cabecera es siempre la mejor solución en esos casos.

En estas semanas también decidimos el plan de parto.

En nuestro caso nos hemos decantado por el Kraamhotel Sophia.

¿y que és un Kraamhotel?
Pues un híbrido entre parir en casa o parir en un hospital. Es una clínica de maternidad enfocada a partos no medicalizados y tu posterior reposo en sus instalaciones huyendo de la frialdad del hospital pero con un quirófano y el mejor hospital de neonatología al girar la esquina del pasillo de tu planta (esto en caso del Sophia claro...)

Fuimos a una visita guiada, puertas abiertas, donde un grupo de futuros papás atendíamos a la charla y a las explicaciones de nuestro guía y resolvíamos las dudas de como funcionaba ese centro.

En el Sophia dispones de una habitación de parto privada, con un gran baño con su bañera y todo, para que ese momento lo vivas con libertad e intimidad tal y como lo harías en casa. Recomiendan que solo vengan las personas necesarias para el parto, es decir matrona y acompañantes de parto. Los familiares pueden esperar en la salita.

Si quisieras epidural el parto cambia y ya necesitas la atención de médicos especialistas por lo que pasarías al quirófano. Pero si no quieres epidural ellos te ofrecen el gas de la risa para aliviar los dolores llegado el momento. Si, si...el gas de la risa...no estoy de coña, de verdad! ajajjajaja que difícil es que te tomen en serio en cuanto mencionas esto.


Una vez que ha nacido el bebe lo colocan en tu pecho, esperan a que el latido del cordón pare y entonces se procede al corte del cordón umbilical. El piel con piel es inmediato y respetan el tiempo necesario ( entre una y dos horas) para sugerirte que te duches, y pasar a la habitación donde descansarás los días previamente seleccionados. En el tiempo que tu te duchas le solicitan al acompañante que se retire la camisa para así continuar el piel con piel.
Cuando cambias de habitación es cuando limpian, miden, pesan y hacen los controles del bebé.

Por lo que ante tan ideal estampa allí daremos a luz. Ya os contaré si se cumple o no.

Otra de las decisiones que tomas a partir de la semana 32 es acerca del Kraamzorg,
Básicamente tu seguro cubre los servicios de una empresa especializada en el cuidado del bebé y de la mujer recién parida.

Durante unos días, en mi caso son 8 días, esta mujer viene a tu casa y te ayuda con las tareas domésticas, cambia las sábanas de la cuna del bebé, te ayuda con los posibles problemas de lactancia, etc...

Una diosa vaya!
Como nuestro piso es chiquitito vendrá 3 horas al día. Pero benditas horas serán!

Una vez has enviado los papeles, vendrá una persona de la empresa del Kraamzorg para entrevistarse contigo en tu casa, controlar que no vives en una pocilga y que tienes todo preparado, y darte una de las carpetas más importantes de todo el embarazo; la carpeta con el plan de parto. Al llegar al hospital es lo primero que te van a pedir.

En el momento que mi cuerpo indique que empezamos la aventura, aquí no es como en España que sales corriendo al hospital. Aquí lo primero es llamar a la matrona, que previamente te ha indicado que síntomas debes tener para llamarla, ella vendrá a casa y confirmará que estás de parto. En ese momento es ella la que llama al hospital para que preparen la habitación de parto para que cuando llegues todo esté preparado.


Así que aquí estamos, con las maletas, los papeles y la mente preparada para el gran momento y deseando vivir más aventuras holandesas con mi peque que sé que ya está deseando vivir fuera de su barrigota favorita.




Declaración de intenciones. Por una maternidad a tu elección.

Soy un ser humano, un homo sapiens de género femenino, con capacidad reproductiva desde que el ADN así lo decidió.

Vivo en el siglo XXI y mi especie ha evolucionado a través de los miles de años que habita en el planeta tierra. Es un largo recorrido hasta llegar al día de hoy en el que la tecnología nos está llevando por nuevos caminos de desarrollo. Caminos que me permiten escribir estas palabras y compartirlas a través de un entramado virtual que nos conecta como jamás hubiéramos podido conectar, permitiendo que mi voz, pequeña y escondida tras una pantalla de ordenador, llegue a lejanos hogares de prácticamente todo el mundo.

Voy a ser madre.






Pero necesito volver a la primera frase de este texto, soy un ser humano, tengo la capacidad de reproducirme por un capricho de la genética. Otros seres humanos, incluso compartiendo género, no disponen de esta capacidad.

Es por ello que llevo 9 meses en constante cambio físico, hormonal y mental. Leyendo todo lo que en mis manos cae como si entre esas líneas apareciesen remedios mágicos que calmasen mi incertidumbre, mis miedos o mi inseguridad.

Entre tanta lectura se esconde la búsqueda de la información necesaria para realizar las correctas decisiones a las que me enfrentaré en muy pocos días.

Soy mujer, voy a ser madre y vivo en el siglo XXI.

3 factores que parecen entramar sentimientos, ideologías y posicionamientos que caen en la polaridad, en el conflicto y en la rivalidad. En mi caso quiero huir de radicalismos o posiciones de ataque o de defensa. Solo quiero definir mi nueva situación, posicionar mi nueva función social y sentir que el suelo no tiembla bajo mis pies.

Por ello, para el que aún esté siguiendo las palabras de este post, agradecería la abstención de tergiversar o malinterpretar mis palabras pues hacen referencia única y exclusivamente hacia mi persona. Mucho de lo que escribiré podrá doler, o podrá crear vínculos en los que sentir afinidad y compañía, pero no lo expongo por sentar cátedra o cambiar el mundo.

Aunque en realidad creo firmemente que nuestros actos, a nivel individual, anónimos y casi imperceptibles son los que verdaderamente cambian el mundo, pero ese es otro tema.

Un tema que agita mi mente, que me confunde y me llena de contradicciones es precisamente el cambio que sufrirá mi vida en los próximos años y el poco apoyo social que siento.

Desde los 12 años, edad en la que apareció mi primera menstruación, soy fértil.

Mi sociedad lo sabe.

Mi sociedad sabe que en algún momento de mi vida, voy a plantearme la maternidad, sabe que puedo cumplir con mi función reproductiva y sin embargo no me prepara para ello, no prepara su tejido empresarial para ello, no respeta al bebé/niño/adolescente que está en camino. Y el mal no sería tan malo si solo fuera yo, pero es que en 1982 nacimos miles de niños y niñas y todos hemos sido ignorados en este apartado vital.

Mi sociedad solo tiene un objetivo económico por el cual el resto de homo sapiens debemos dar la vida y ajustar nuestra naturaleza a sus necesidades.

Aquí es donde empieza mi locura, mi mente no puede concebir que así sea.

Hasta el día de hoy disfruté la libertad de tomar las decisiones que más me convenían, sin consecuencias para terceros.

Pronto lo que decida también repercutirá en mi hijo.

Decisiones que empiezan desde el momento del parto, no medicalizado? Cesárea programada?

Seguimos con sus primeras semanas de vida, lactancia materna exclusiva? Lactancia artificial? Colecho o método Estivil?

Toca decidir si volver al trabajo. ¿Qué hago con un bebé tan pequeño? Sigo trabajando y me apoyo en las instituciones para que sustituyan mi función como cuidadora? Me quedo en casa para poder ejercer como madre a tiempo completo?

Papillas o Baby Led Wining?

Pañales de tela o celulosa?

Comida industrial o casera?

Educación libre o normativa?

Un sinfín de decisiones que repercutirán en el futuro de la sociedad sin ninguna duda pero en las que llegado el momento te ves sola, perdida en un océano de estadísticas, gurús de pediatría e intereses comerciales, farmacéuticos e industriales.

Cuando la realidad es que lo que la sociedad no puede cambiar es que soy mujer, puedo decidir si reproducirme o no, puedo decidir en cada cuestión que me aborde por el camino y no importa cuanta dificultad se presente en la odisea, no importa el poco apoyo que reciba, porque nadie puede quitarme la información y el poder de decidir.

Y eso queridos lectores es lo que nos debería unir, no deberíamos permitir que el resultado de las decisiones nos separen porque lo verdaderamente importante es luchar para que jamás nos roben el poder de decisión y eso se hace mediante la divulgación de la información, mediante la lucha por la igualdad de facilidades escojas lo que escojas.

En el momento que vuelves a trabajar porque no tienes opción a criar personalmente a tu retoño a pesar de que es lo que más deseas en el mundo; la sociedad falla.

En el momento que interrumpes la lactancia materna por una mala praxis y no porque tu así lo deseas; la sociedad falla.

En el momento en el que el padre tiene que irse a trabajar cuando en realidad quiere disfrutar de la crianza de su hijo en los meses en los que su familia más lo necesita; la sociedad falla.

En el momento que tienes que inscribir a tu hijo en una escuela normativa porque no tienes los medios para inscribirle en una escuela libre, o porque tienes miedo de que en el futuro no se integre en la sociedad; esta sociedad falla.

Nos unimos hace miles de años para proteger y garantizar la supervivencia de la especie, ahora caminamos constantemente en direcciones opuestas desprotegiendo un momento tan vital como es la maternidad y la paternidad.

Los grupos más tradicionales pelean y se manifiestan por el derecho a la vida, cuando lo único que quieren es prohibir el aborto, eliminar una vez más la posibilidad de elegir. Eso no es ser un pro-vida, eso es ser anti abortista.

Ser pro-vida es proteger a la madre de injusticias laborales, procurar que los progenitores puedan encargarse del cuidado del infante, es ayudar a fomentar la lactancia materna y romper con las trabas sociales a los que una mujer se enfrenta para ello, es proteger a los niños que han sido dados en adopción y que necesitan de una familia que los cuide sin importar la naturaleza de esa familia. Ser pro-vida debería ir mucho más allá, y sin embargo son los únicos que se han unido bajo ese emblema.
Los demás han creado diferentes banderas y han iniciado batallas entre ellos para obtener la razón absoluta, cuando eso es inexistente.

Yo quiero una sociedad que nos permita decidir, que nos apoye por igual a las personas que convivimos en un mismo tiempo, en una misma era. Y si me pongo utópica lo extendería a cada rincón del planeta. Pero me voy a conformar con Europa, donde ya hay casos que certifican que una mejora de la maternidad, de la paternidad y de la educación es posible y que repercute directamente en la mejora de la calidad social y económica.

Vivo en Holanda, y mi pareja solo disfrutará de 3 días de baja paternal, la mía son 16 semanas contando que 6 ya las he gastado antes de la fecha probable de parto, debería volver a incorporarme a las 10 semanas de vida de mi hijo, con todo lo que eso significa.

Yo decido, y eso nadie me lo quita, pero las consecuencias de esta decisión repercutirán en la economía familiar de manera directa, y la injusticia no está en si eres mejor o peor madre si te quedas en casa.

La injusticia es que en ningún caso mi sociedad está pensada para favorecer al que más hay que favorecer en este caso, el recién nacido.

 Quizás me tenía que haber mudado unos cuantos países más al norte, pero en ocasiones la vida te depara estas casualidades y como siempre hay que valorar sus “pros” y “contras” y la balanza nos inclina a quedarnos por muy laaargo periodo de tiempo.

La presión del ¿Qué vas a hacer?, la responsabilidad de la decisión que tome, la incertidumbre de lo desconocido, todo empañando un momento consciente, consentido, deseado y soñado.

Quiero ser madre, pero ¿cuanto he de sacrificar sin el apoyo de mi sociedad? Porque no nos engañemos, los sacrificios no son por nuestros hijos. Los sacrificios son por las demandas sociales establecidas y ahí es donde nuestra lucha debe focalizarse.

Por una maternidad y una paternidad respetada, por una infancia respetada, con bajas laborales que respeten el periodo de lactancia exclusiva del bebé, que ayuden a conciliar vida laboral y vida familiar. Porque existen y son eficaces.

Dejamos de pelear y nos unimos?

Necesitaba publicar este pensamiento antes que ningún otro ya que podrás entender mejor en el futuro las temáticas y posicionamientos que aparecerán por este blog tan personal como es Hilos, Bizcochos y tinta.

Un abrazo y a seguir creando!

miércoles, 14 de enero de 2015

Tradicional Flan de Huevo y las aventuras de una embarazada en holanda


El día que un predictor me escribió “Zwanger +3”, supe que mi vida había cambiado irremediablemente.

Un sueño hecho realidad, un proyecto que pensé que quizás no estaba en mi destino llevar a cabo.
Ese día una felicidad inmensa inundó cada célula de mi cuerpo, no podía hacer otra cosa que compartir mi alegría con todas aquellas personas a las que quiero tanto. La otra cara de la moneda pronto se descubrió, ya que la distancia te hace crecer en muchos aspectos, pero en este caso solo podía lamentar no haber inventado todavía la máquina de teletransportación.

Ser madre es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta una mujer, no hay tutoriales, ni manuales, ni examen que te preparen para ello, no se puede repetir y probar de nuevo, cada día es importante y no te queda otro remedio que aprender sobre la marcha.

Ser madre en el extranjero es exactamente igual, pero sin ese soporte familiar que te ayuda en los peores momentos, sin esos amigos en los que refugiarte o a los que acudir a por consejo.

Ser madre en Holanda es todo eso más adaptarte a una manera de entender la maternidad y un sistema sanitario que a veces ronda la locura.

Lo primero que haces es acudir a tu médico de cabecera, automáticamente te redirige a un Verloskundige Centrum, tienes que revisar tu seguro médico y solicitar que te atiendan en el que más te agrade o en nuestro caso el que nuestra doctora recomendó.

Allí fuimos, Verloskundige Centrum Berweg.

Como dos novatos en materia, explicamos la situación, nos dieron la enhorabuena con una enorme y sincera sonrisa (cosa que hace cada persona de este país cuando sabe de mi estado), y nos dieron cita en seguida para hacer la primera eco.

En este país la maternidad se gestiona de manera independiente y son las matronas, una de las profesiones más prestigiosas para los holandeses, las que asesoran y determinan las pruebas de la mujer embarazada. Solo en caso de que el embarazo presente riesgos o complicaciones es el ginecólogo entonces el que pasa a atenderte.

Si todo va bien solo seré atendida por mi matrona.

En mis 17 semanas de embarazo he tenido ya 3 ecografías , un análisis de sangre y una revisión donde pude escuchar el corazón del bebé y me palparon el vientre para ver que todo sigue bien. Control de peso y poco más.

Lo cierto es que me he sentido comodísima con este sistema.

Las mujeres que me atienden son super amables, muy profesionales, me explican todo a las mil maravillas y están ahí para resolver todas mis dudas.

En las próximas semanas tenemos que decidir el plan de parto y escoger el lugar de nacimiento. Podemos escoger un parto en casa, en el hospital o en el Kramerhotel.

Pero eso lo dejo para la próxima receta!

Para hoy, como esto va a fuego lento, quiero compartir esta receta que está de rechupete y que lo único que necesita es tiempo para su cocción.

Para este delicioso y tradicional flan de huevo necesitaremos:

500 ml de leche
4 huevos
75 gr de azúcar
Esencia de vainilla
Caramelo líquido (o casero o de botella, a nuestro gusto)
Molde para flan
Molde más grande para poder cocinar al baño maría
Horno precalentado a  190º

Elaboración;

Ponemos la leche a hervir junto con los 75 gramos de azúcar.
Los huevos los batimos junto con la esencia de vainilla
Cuando haya hervido la leche, apartamos del fuego y dejamos entibiar.
Preparamos el molde vertiendo el caramelo en la base y moviendo el molde para que el caramelo pinte los laterales.
Una vez la leche se ha entibiado la mezclamos con los huevos sin parar de batir.
Vertemos la mezcla en el molde a través de un colador para evitar impurezas.
Colocamos el molde en el molde más grande. Llenamos ¾ partes del molde grande con agua para que se pueda cocer al baño maría.
Ponemos ambos moldes en el horno a 190ª durante 50 minutos. Pinchamos transcurrido ese tiempo para comprobar que está cuajado, si no es así dejar cinco minutos más.
Terminada la cocción, sacamos el molde, dejamos enfriar y el flan ya está listo para pasar al menos 3 horas en la nevera y ser devorado por todos!



Espero que os haya gustado la receta con historia!
Próximamente nuevas aventuras y nuevas recetas en el blog!
Prometo volver a coger la cámara y hacer mejores fotos!!

Gracias por vuestro apoyo!

domingo, 4 de enero de 2015

Una nueva etapa

A mi pobre blog lo dejé abandonado, como a aquel álbum de fotos de aquel fatídico año que no quieres recordar.

Lo abandoné sin mirar atrás, sin remordimientos ni lamentaciones, hasta que un día sentí que debía recuperarlo, no por sentimiento de culpa sino por el de sanación.

Hoy devuelvo la vida a esta ventana digital, tan personal que en ella pongo hasta la esencia de mis miedos y con ella vuelco mis experiencias y comparto también mis hazañas cocineras, mis creaciones costuriles y mis pinturas soñadoras.

Siempre he creído que cuando compartes con los demás aquello que sucede tan dentro de tí que solo escribiendo eres capaz de explicarlo, ocurre algo casi mágico, alguien se identifica con tus vivencias y se siente menos solo, menos raro, más feliz. A mi me ocurre cuando leo los blogs de los demás.

Ya han pasado unos años desde mi primer post y hoy mi vida ha cambiado bastante, yo he cambiado muchísimo y para los que me seguís os debo una nueva presentación!

Me llamo Érika, vivo en Rotterdam, una ciudad vibrantemente tranquila que ofrece un aprendizaje constante en un ritmo de vida totalmente diferente. Un país este, Holanda, que rinde culto y respeto a la familia, al arte y a la lucha contra el mar. Sus gentes son emprendedoras, educadas, directas y sinceras, no gustan de medias verdades y negocian en todos los aspectos de sus vidas buscando un bien común. 

Mi vida profesional dio un giro completo ya que abandoné una multinacional y su frenético e impersonal trato y empecé mi carrera como Lady Barber, un sueño que se está haciendo realidad. 
Y podéis seguir mis aventuras profesionales a través del blog Kvera y el de Swanky Ladies que es mi empresa de accesorios para el cabello.

A nivel personal encontré el amor en los brazos de un compañero ideal al que adoro y que me alienta en mis locuras, lee mis escritos y aguanta mi cabezonería, es un trabajador incansable de un grandísimo talento y compartimos tanto que a veces no se donde acabo yo y empieza él, somos un equipo estupendo!

 Lo más reseñable son mis 15 semanas de embarazo y tooodo lo que ello conlleva. Es esta nueva situación la que me ha arrastrado al teclado de mi ordenador, un sentimiento de contar al mundo las diferencias que vivo como embarazada en otro país y que viviré como madre extranjera inspiran mis palabras y el hecho que en castellano he podido encontrar muy poca información y ayuda al respecto refuerzan mi necesidad de compartir.

Llevo un año y unos mesecitos aquí y hasta encontrar una tienda donde comprar lanas ha sido una aventura así que todas mis creaciones incluirán las direcciones de las tiendas donde compro el material.

Mi intención es crear posts con datos útiles que no siempre son fáciles de encontrar pues aunque es genial vivir aquí, el idioma y las diferencias culturales son una barrera muy grande pues no todo puedes encontrarlo en inglés.

Así pues..empieza un 2015 transformador para mi y lleno de interesante contenido para aquellas personas que decidan seguir mis aventuras en esta mi nueva etapa.

Un abrazo y hasta muy pronto!!